14 de noviembre de 2005

PRENSA Y PODER: UNA MIRADA REGIONAL AL EJERCICIO DEL PERIODISMO DESDE UNA PERSPECTIVA "SEUDO INDEPENDIENTE"

(**Esta opinión fue presentada en el Seminario Internacional de Periodismo que en junio de este año organizó la ONG Reencuentro)

Eróticas, parasitarias y venenosas se han perfilado tradicionalmente las relaciones entre prensa y poder en los países más libres. Entre ella y él se producen miradas lascivas, tocamientos peligrosos, ejercicios de seducción, en fin. Pero, a la larga, si las dos partes cumplen decentemente con su tarea, resultan como medias naranjas incompatibles, como amantes efímeros que no tardan en romper con estruendo la vajilla. El romance no culmina en matrimonio. La prensa libre y el poder se rechazan”
Rafael Otano

Por Juan Olivares Meza
Periodista-Licenciado en Comunicación Social

Consideraciones Generales

Es alta la tentación de referirse apenas superficialmente a un tema rodeado de los oscuros bosques que tejen la desinformación, las amenazas de cesantía, la mediocridad, y la ausencia de auspicios, que tanto daño le hacen al ejercicio digno de esta profesión que hemos abrazado.
Pero más grande es la tentación que provoca develar, o apenas generar un atisbo de las desconocidas ramificaciones que el poder (tanto el económico como el político) ha sembrado sobre los modestos campos de la información en San Antonio.

La sociedad en que vivimos

Con el explosivo desarrollo tecnológico del último siglo hoy tenemos a nuestra disposición los diarios, la radio, la televisión, e internet; ya sea en la casa, la oficina o en el celular.
No nos basta con sólo ver televisión, sino que también nos vemos en la obligación de visitar páginas web para ahondar y saber más acerca de qué está pasando y que vendrá en la telenovela favorita, el avance de las noticias o el eliminado del reallity de moda.
Así, el denominado cuarto poder se ha transformado en un conjunto de medios (y entes encargados de estos medios) a priori identificables, pero nada controlables.
El único control posible lo podría ejercer el receptor de todos estos mensajes y en sociedades como la nuestra, sumisa, pacata, el feedback es decir la retroalimentación hacia los medios tiende siempre a cero. Solo resta entonces, confiar en la veracidad y honestidad de estos entes comunicativos que nos rodean.
Pero, precisamente en este punto comienzan los problemas. Porque ante semejante escenario, ¿Puede el ciudadano común y corriente solamente confiar en la veracidad y honestidad de los medios?
Uno se siente tentado a contestar que si, aunque la respuesta es un poco más compleja.
Y para referirme a esta compleja relación de los medios con la sociedad es necesario detenerse en el argumento de *Rafael Otano; Periodista de la Universidad Católica, que actualmente ejerce como profesor de la Escuela de Periodismo de la Universidad de Chile y además es autor del libro Crónica de la Transición, quien en uno de sus artículos se refiere a este tema.

*Prensa y poder

Y es que el poder político también ha entrado en este baile de complicidades. En la medida en que los planteamientos de los distintos partidos se han desdibujado y sus diferencias se han minimizado, las campañas electorales o las iniciativas legales son ante todo operaciones publicitarias. En consecuencia, se vende el alma por un minuto en un prime time de televisión, por una entrevista en el cuerpo D de El Mercurio, por una imagen positiva en la portada de alguna revista.
Los programas políticos han sido sustituidos, en buena parte, por el marketing de las personas y los medios son considerados como la pasarela donde los hombres públicos muestran sus atributos más atrayentes. Es más: para los políticos, cazados en esta trampa, resulta muy riesgoso enemistarse con los propietarios de los medios. Tendrán la tentación de mostrar hacia ellos –sobre todo hacia los más poderosos– cierta obsecuencia.
La política, en esta continua efervescencia mediática, se banaliza.
Esa banalización domina otros temas y ámbitos. La televisión y la radio se convierten, en gran parte, en entertainment. Así se evitan los roces y todos – moros y cristianos– pueden conversar sin mayor acritud sobre deportes, escotes y boleros. Los grandes personajes del Estado se disputan por aparecer junto a la actriz o al humorista de turno y se cae en esa moderna aldea trivial que todo lo homogeniza y lo aplana. La frivolidad y el entretenimiento, tienen, por supuesto, sus derechos, pero no justifican esta confusión en que los diputados se hacen comentaristas de fútbol y los comentaristas de fútbol están en un paso de convertirse en diputados.

Características del escenario global

Antes de entrar en cualquier análisis local del tema resulta fundamental entender que la sociedad chilena ha sufrido modificaciones acordes a la evolución que durante las últimas décadas ha experimentado el Estado.
Así, desde un Estado productor, planificador y controlador hemos derivado a un Estado comunicador, donde la autoridad central se ejerce primordialmente a través de la emisión de señales con capacidad persuasiva, no a través del dictado de órdenes o normas.
El uso de los símbolos es importante, pero para los gobiernos es vital la prensa, que se ha convertido en el medio por el cual el Estado puede comunicar las señales que quiere hacer llegar a sus diferentes audiencias.
Tal como explica Eugenio Tironi en uno de sus libros: La complejidad es paradójica, porque cuanto más independiente es la prensa del Estado, más credibilidad tendrán las señales que éste emita por su intermedio.
Por lo tanto, el Gobierno y por ende el poder político, depende cada vez más de un instrumento que no controla, ni puede controlar y que si lo hiciera perdería toda su eficacia.
¿Por qué es tan importante este argumento? Porque con la reducción del poder del estado, se pasa de un sistema unipolar a un sistema multipolar y este es un dato no menor, ya que un rasgo característico de la sociedad emergente es la fragmentación del poder, que se reparte entre diversos agentes locales.
Adicionalmente, tal como explicamos al principio, la Globalización incorpora una red de influencia y poderes que penetran a los países por las vías convencionales de comunicación, por los tratados de libre comercio, por los pactos multilaterales, por la diplomacia, etcétera.

Prensa y Poder en San Antonio

La realidad de los medios de comunicación en la Provincia de San Antonio no es muy distinta de lo que ocurre en la mayoría de las regiones del país, donde no todos los responsables de informar a la opinión pública, necesariamente han cursado estudios universitarios relativos al tema, con las predecibles consecuencias de una falla de esta naturaleza.
Pero más allá de la realidad que representan estos comunicadores colegiados en el oficio diario; acaso la obsecuencia que se respira en los medios locales hacia los centros de poder tiene que ver más con la necesidad de subsistir, que con una lucha de ideales.
En efecto, la relación económica que existe entre los medios y el escaso mercado local, obliga y cuando no subyuga al ejercicio del periodismo a asumir posturas tibias, ausentes de investigación, ajenas a la lógica interpretativa y los resultados lógicamente, son diarios copados de conferencias de prensa, entrevistas eternas, y shows disfrazados de noticieros.
Cuando no, el político de turno premiará con “aguinaldos” a sus empleados de la prensa para que el comentario sea empalagoso, la página sea impar, la editorial sea parcial y el tema en comento sea nada menos que un titular.
Y a decir verdad, la mayoría de los aquí presentes sabemos, que mientras el manejo de medios de comunicación siga siendo un negocio y la libertad de expresión no sea un tema para el Estado el escenario seguirá siendo más o menos el mismo.
Lo grave de esta situación es que esta forma de hacer periodismo deviene en un círculo vicioso que nos convierte a todos los trabajadores de la prensa en meros papagayos del diputado, en cajas de resonancia del gobernador, en micrófonos del alcalde, en el eco del concejal y en el brazo armado del gerente que ve en nosotros la posibilidad de dormir a la opinión pública con la presunta Responsabilidad Social de su empresa.
El mejor ejemplo de esto es la insólita situación que se dio hace poco tiempo cuando el diputado por este distrito, Carlos Hidalgo, ofreció dinero a varios periodistas de la zona para ser favorecido con información privilegiada desde el interior de los medios. La práctica de este parlamentario que fue por muchos de nosotros conocida hasta ahora no ha sido ni siquiera comentada, pese a la contundencia de los testimonios que emanaron desde los mismos locutorios y salas de redacción.
Es más, existe un ex diputado de la república que actualmente se desempeña como relacionador público de una empresa estatal gracias a la herencia que le fue legada por un amigo suyo que ahora es alcalde en una comuna de esta misma provincia y de eso tampoco hemos hablado, escrito o comentado.
Y si a esto sumamos la ausencia de políticas públicas preocupadas de generar instancias para el debate, el diálogo o la diversidad el resultado es la demoledora realidad que hoy en día enfrentan los medios locales de comunicación en San Antonio.
Con un diario que basa sus crónicas en presunciones, otro que copia la Editorial del Mercurio y la pega en sus propias páginas, una radio que alberga las prédicas de un personaje temido por los mediocres políticos de turno, un canal de televisión que ha hecho de los alumnos en práctica su plana mayor y tres o cuatro periodistas que todavía dudamos entre sumergirnos en el sistema o seguir viviendo de los aplausos.
Señores, yo no sé ustedes, pero con urgencia ofrezco asesorías de campaña, planes estratégicos, o lavados de imagen

Aquí está mi curriculum.

Muchas Gracias

San Antonio, 24 de junio de 2005

1 comentario:

Victor Diaz dijo...

Estoy impresionado. Fue un artículo con visión de futuro. Llegó la hora de la verdad de la peor forma, asumiendo en carne propia que eso era cierto.
Un abrazo.